miércoles, junio 01, 2011

DE REGRESO...

Hola a todos de nuevo. Hacía ya tanto tiempo que no plasmaba algún comentario en mi blog que seguro que más de uno habrá pensado en un abandono total por mi parte. La verdad es que se me pasa el tiempo de forma tan rápida que cuando me doy cuenta ha pasado casi un año. Hemos disfrutado recientemente de nuestra romería de San Isidro, esta fiesta tan esperada por la mayoría de los monesterienses y en la que compartimos cuatro días en la pradera con familiares, amigos y todos cuantos nos quieran visitar durante estos días. A pesar del calor hemos convivido buenos ratos entre comidas, copas y charlas, incluso hemos compartido momentos con Nico, un peregrino alemán que nos visitó y quedó encantado y algo mareado con la fiesta.

De nuevo a las puertas de una nueva graduación de segundo de bachillerato, otra hornada más de alumnos que dejan el instituto para comenzar una nueva etapa en sus vidas, desde aquí les deseo toda la suerte del mundo ya que la cosa, desafortunadamente, ha cambiado poco y ha sido para peor desde mi comentario del año pasado. Seguimos bajo la losa de esta enorme crisis que axfisia a tantos parados y sigue en aumento esa cifra que arrastra ya casi a 5 millones de personas hacia el abismo del paro. Seguimos bajo unos políticos que, a modo de marionetas, mueven nuestros hilos en beneficio de su enriquecimiento personal mientras se forran mensualmente y se aseguran de cubrir sus necesidades el resto de sus vidas. Mientras, el país al que representan se hunde en el fango de la mala gestión económica y no hallan una solución que nos catapulte de la cola en la que estamos a los puestos de cabeza que España se merece. Es vergonzoso escuchar las noticias y saber con qué frecuencia salen a la luz casos de corrupción política, fraudes, especulaciones y malgasto del dinero de los contribuyentes, por no decir de los privilegios que disfrutan mientras los ciudadanos han de apretarse el cinturón e intentar llegar a final de mes. En fin, esperemos que este cáncer político que padece España, se cure con un buen tratamiento de quimioterapia de "indignados" y la justicia arremeta duramente contra aquellos que obran de esta forma para que sirva de escarmiento a todo aquel político que quiera seguir el mismo ejemplo.