jueves, julio 28, 2011

DE PASO POR ASTURIAS Y CANTABRIA

Ha sido mi segunda visita a estas preciosas regiones de España. Una vez más me ha impresionado el cambio de clima con respecto a la zona en la que resido. Esta vez he ido acompañado por gente que no habían estado y han quedado impresionados por los paisajes, sobre todo, ya que son verdaderamente impactantes. Hemos visitado Oviedo y sus famosos monumentos prerrománicos, hemos recorrido parte de su centro y casco antiguo. En el segundo día recorrimos las instalaciones del acuario de Gijón donde disfrutaron los niños con la variedad de especies que posee y recorrimos el paseo marítimo de la ciudad en coche ya que no encontramos donde aparcar. Llegamos a Tazones, puerto de Villaviciosa y precioso pueblo donde comimos y recorrimos la playa, quedamos sorprendidos con las huellas, impresas en la roca, de dinosaurios. Seguimos hasta Ribadesella, un cafetito y paseamos por la localidad, imposible visitar la cueva de Tito Bustillo, estaba cerrada. Seguimos hacia Cangas de Onís. Una vez alojados recorrimos el pueblo y fotografiamos su emblemático puente antes de que cayese la noche. Una buena cena y a gozar de un merecido descanso. Madrugamos para subir a los lagos de Covadonga, creo que fuimos los primeros en llegar ese día, y con bastante fresco hicimos la visita a estos famosos lagos de origen glacial. Cuando la gente comenzaba el ascenso a ellos, nosotros bajábamos hacia el templo y la cueva donde se encuentra la imagen de la virgen. Este día habíamos vivido una anécdota que la recordaremos durante mucho tiempo. Dejamos Covadonga y llegamos a Poncebos y después de mucho recorrido para encontrar aparcamiento, iniciamos con mucha calor, primer día que veíamos el sol en todo su explendor, la muy conocida ruta del río Cares. Regreso y al punto de origen y a buscar una buena sombra junto a las frías aguas del río antes de regresar a Cangas. Al día siguiente llegamos, recorriendo las abundantes curvas y el hermoso paisaje del desfiladero de la Hermida, a Fuente Dé. Subimos en el teleférico hasta lo alto del circo y allí recorrimos parte de la zona con sus increíbles paisajes. Despues de comer dejamos atrás este lugar tan visitado y deshicimos el camino hasta llegar a San Vicente de la Barquera. Preciosa villa donde recorrimos la parte antigua y visitamos el castillo para disfrutar de las vistas de la ciudad. Seguimos ruta hacia Santillana del Mar, donde una vez alojados salimos para pasear por la noche y con un poco de lluvia, por sus preciosas calles. Al día siguiente fuimos al Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Recorrimos sus instalaciones parte en coche, algo perdidos y parte a pie tan perdidos igualmente. Empleamos la mañana viendo a los huéspedes y haciendo numerosas fotografías de ellos. Despues de comer fuimos hasta Santander, ya con sol y buena temperatura, nos dimos un pequeño baño en la playa del camello y después recorrimos la península de la Magdalena y la playa del Sardinero. Dejamos la ciudad para regresar a Santillana y ver sus calles con la luz del día. Al día siguiente y dando por terminada las vacaciones, iniciamos el regreso hacia Extremadura. Hicimos un descanso en el camino y aprovechamos para visitar la ciudad de Palencia durante unas horas. Bonita y tranquila ciudad. Aprovechamos para almorzar antes de seguir hasta Cáceres y hacer una nueva parada en su parte antigua, el cambio de temperatura era notable. Después de un café en la plaza Mayor y el recorrido de su casco antiguo seguimos hasta nuestro punto de origen. Estos días hemos disfrutado todos, junto a los niños, de nuestra visita a una de las regiones más emblemáticas de la península. A pesar de ser mi segunda visita he disfrutado igualmente, pues es uno de los destinos que no me ha importado repetir ya que he gozado de sus paisajes, lugares y gentes como la vez primera.