viernes, mayo 03, 2013

HACE 28 AÑOS.....






   Parece que no haya pasado tanto tiempo pero son 28 años ya. Un 28 de Abril había de presentarme en la Caja de Reclutas de Badajos para cumplir con mi "deber para con la Patria". Mi padre me acompañó mientras mi madre y mi vecina se despedían llorando en la parada del autobús. Para mí iba a ser una experiencia más y la verdad es que iba relajado ante toda  esta odisea que empezaba. Dejaba un buen trabajo donde estaba ganando un sueldo decente, después de tanto tiempo en el mundo laboral, a mi familia, amigos y a la chica con la que salía, para cumplir con mi deber patriota. A medio día estaba de vuelta en casa porque, al ser el día siguiente festivo, no tenía que incorporarme hasta el día 2 de Mayo en el CIM de San Fernando, yo siendo de tierra firme me asignaban a la Marina. Con mi billete de autobús hasta Sevilla, el de tren hasta San Fernando y con una bolsa de papel con conservas para la dieta, aparecí de nuevo en mi casa. Había conocido a un chaval de Cabeza la Vaca, Rufino, cuyo destino era el mismo así que ya quedamos para irnos juntos. Pasado el día festivo, un amigo de la familia nos acercó hasta esta localidad, de nuevo despedidas y el padre del chaval nos acercó hasta Segura de León para subir al autobús. Ya en Sevilla nos acercamos a la estación de tren y durante el trayecto, fuimos conociendo a multitud de jóvenes de todos los rincones de España que junto a ellos formaríamos el 3º reemplazo del 85. A la llegada a San Fernando, preguntamos por el cuartel y pusimos rumbo al mismo. Conforme nos acercábamos al edificio, los de las garitas se metían con los nuevos diciendo frases como, " carne fresca, fresca ", "¡no os queda nada!", "pelones que sois unos pelones". Todo esto y junto al número creciente de futuros marineros a las puertas del cuartel reacios a entrar, hacía que la incertidumbre y un poco de miedo se hiciesen dueños de la situación. Así estuvimos un tiempo hasta que un sargento bajito y regordete salió dando voces y entramos todos como corderos al matadero. Nos puso firmes y bien formados hasta que nos fueron asignando brigadas para dormir. Todo había cambiado y era notable en las caras de cada uno de los que estábamos allí.....Ahora sí comenzaba mi faceta de soldado!